Actitudes y estrategias
La preparación mental, anímica y estratégica, se realizará practicando los ejercicios de ataque y defensa, desde las actitudes y con las tácticas que se citarán a continuación.
Actitudes.
Zanshin. Estado de alerta y vigilancia máxima permanente y disponibilidad corporal inmediata.
Heijoshin. Actitud espiritual, mental y anímica, que irradia calma, firmeza, autocontrol, coraje y no hostilidad, frente a las situaciones más difíciles, ya sea en el dojo o en la vida cotidiana. De nada sirve la técnica si en el momento decisivo falla el temple.
Yoshin. Flexibilidad para adaptarse a todas las acciones y reacciones del ataque, sin encadenarse a la intención de realizar por la fuerza la técnica que ha fracasado en el primer intento.
Fudoshin. Presencia de espíritu para conservar la calma y la lucidez mental y sensorial en medio de la acción más violenta ( Jaku = serenidad ).
Mushin La acción ha de estar libre de toda influencia mental o emocional, sin ideas, sin pensamientos, sin proyectos, sin emociones.
Kime. Actuar con decisión, con inteligencia y energía, sin vacilar ni dudar, ante la necesidad de la defensa inmediata.
Suchu ryoku. Concentrar la energía en el punto y momento más vulnerable del oponente.
Aiki hei ho (estrategia de combate Aiki )
Es el arte de protegerse, conociendo y aplicando las técnicas defensivas, de acuerdo al espíritu Aiki, con eficacia pero sin agresividad.
Ma ai. Evaluar y mantener la distancia que conviene en cada momento, antes durante y después del ataque.
Katsujin no ken. Saber aprovechar en beneficio propio todos los ataques y acciones del adversario.
De ai. Actuar sólo en el momento preciso, ni antes ni después del ataque, sino en el instante en el que el agresor ya no puede corregir su movimiento.
Enzan no metsuke.” Es la mirada de la montaña lejana” , o la forma de utilizar los ojos en situaciones de peligro, de modo que ven todo sin quedar atrapados en ningún detalle concreto, hasta el punto de captar las intenciones, “viendo a través del espíritu del adversario”
Puesto que en los ojos se refleja el estado interior de la persona.
El aikidoka ha de aprender a dominar la expresión de su mirada, de manera que no le traicione, ni revele su verdadero estado anímico, e irradie coraje, decisión, serenidad, no hostilidad, autoconfianza… aunque en lo más intimo de si mismo sólo haya miedo…
Los ojos ni la atención no han de quedar focalizados sobre el arma o los ojos del atacante, ni sobre ningún detalle en especial; la mirada ha de captar todo lo que ocurre en el entorno.
La visión túnel. Se da el nombre de “visión túnel” al hecho de focalizar los ojos y la atención en una sola dirección y un detalle concreto, por ejemplo, el arma del atacante, quedando la conciencia y el campo de visión encadenados en dicho campo visual por el miedo, el estrés o la rabia que genera y que impide ver a tiempo los obstáculos del entorno o la intervención de otros atacantes situados a los lados o la espalda. Es como mirar por un tubo estrecho que sólo deja ver la pequeña zona que se enfoca, dejando todo lo demás sin visión.
Ichi go ichi-e. Un ataque, una oportunidad. Considerar cada ataque como una oportunidad única e irrepetible que es preciso aprovechar para reducir al adversario.
No sabemos si habrá otra o si seremos alcanzados en el siguiente ataque.
Ki ryo ku kai dojo.
Julio Fontana.